Etiquetas… Una palabra que parece inocua, pero que encierra grandes y profundos significados.

En estos momentos en los que mis circunstancias, me han llevado a bajar el ritmo y que me han dado la oportunidad de poder observar, más detenidamente, el mundo y mi día a día, me he dado cuenta de que estamos repletos de ellas…  Llenos de etiquetas que nos ponen y ponemos para todo y que nos condicionan, a la hora de relacionarnos con los demás.

¿No te ha pasado que sin querer tratas a otra persona por la forma de “ser” que le han asignado, sin ni siquiera pararte a comprobar si realmente es así?. ¿no te has sentido alguna vez “mal” juzgado, con atributos que no te pertenecen?.

Actualmente convivimos con un mundo lleno de elementos que nos encasillan y nos convierten en parte de un cubículo, sin darnos ni la opción de preguntarnos si queremos pertenecer a él.

Solemos catalogar a las personas en “buenas o malas” y dentro de estos cuadros, los colocamos en la parte que nosotros creemos que más les asemejan: Profesionales, desastres, simpáticos, estúpidos…

Así como si cada uno de nosotros, no tuviésemos todas esas partes integradas, en nuestro propio ser.

Las circunstancias de cada día  pueden condicionar a una misma persona, a comportarse diferente, con respecto a como se sienta hacia él mismo y hacia las situaciones que está viviendo.

Entonces, ¿porqué nos creemos capaces de juzgarlos y etiquetarlos en base a unos minutos que pasemos junto a ellos?.

Ventajas de lo “Malo”

malo maylopez

La vida tiene dos caras, siempre: una buena y una mala o, en su caso, de enseñanza.

Durante años he querido y creído que la única parte que debía estar en mi vida era la más positiva.

He luchado por ser mejor persona, educada, dulce, feliz, atenta, sociable… para poder llenar mi realidad de buenos momentos.

Un elemento fundamental y especial que llenara  mi vida y me hiciera feliz para siempre. Ese ha sido mi error… ¿feliz para siempre?, ¿final de película romántica?, ¿solo sonrisas, sin lágrimas?.

Ahí he estado equivocada, pues he anulado una parte fundamental de mí. El lado malo. Todo en nosotros ha de tener un equilibrio. Todo ying tiene su yang y por supuesto son igual de complementarios el blanco y el negro.

¿Porqué eliminar entonces mi parte más oscura?, acaso no forma parte mi de mi propio ser?.

Si, esa parte más oscura, me completa y me llena, al igual que las demás. Me llena de chispa y de energía al igual que el malo de las pelis de acción. Ese malo que también tiene su corazón y es una parte exactamente igual y complementaria, que el protagonista bueno.

Claro, es una parte de nosotros que tiene muy mala fama, y que casi siempre tendemos a esconder y tapar, Pero, ¿Por qué?, ¿qué tiene que nos dé tanta vergüenza enseñarla?.

Pienso que esta parte más oscura, aparte de reveladora, nos aporta grandes cosas, como:

  • Genio:  Este rasgo nos permite salir de situaciones en la que nos quedamos petrificados. O nunca has dicho: «yo de aquí salgo sí o sí, por mí”.

Sin él, en la mayoría de los conflictos y situaciones, nos quedaríamos ahí, esperando un “hada o mago” que viniera a rescatarnos, hasta el fin de los días. Pero no, este genio es el que nos hace salir a flote por nosotros mismos.

«El genio nos ayuda a salir a flote cuando estamos hundidos en el fondo de nosotros mismos».

  • Mal humor: Un elemento que tendemos a esconder bajo la alfombra, sobre todo en público, y que muchas veces, nos convierte en embajadores de un mundo irreal, porque, ¿tú, realmente, te levantas a diario de buen humor?, ¿suenan campanillas en tu vida mientras caminas a diario?,porque yo no, yo tengo días de los que preferiría no encontrarme a nadie por la calle. De esos en los que necesitas enfadarte y dejar de sonreír ,para centrarte en las cosas que no te gustan y aprender de ellas.
  • Envidia, eso sí, bien entendida, de una forma sana. ¿O no has deseado tener alguna vez el coche de alguien o poder disfrutar de las vacaciones de otra persona?. Esa envidia, te hace crearte unos objetivos y luchar para cumplirlos para conseguir ese objeto, trabajo, lugar… que anhelas y que has descubierto a través de los logros de otra persona.
  • Soberbia: en este caso, no me refiero a una soberbia desmedida y que nos haga creernos dioses del Olimpo, no. Me refiero a la soberbia, en el punto en el que nos hacer creer en nosotros, en la valía y capacidades que tenemos y que nos hacen fuertes, para conseguir nuestros deseos y objetivos diarios.

Ese punto para saber mirar arriba y no achantarnos ante las dificultades diarias.

  • Miedo: el miedo es otra de esas cualidades que escondemos pero que tiene su utilidad, alertarnos de los posibles conflictos o peligros que podamos acontecer. Eso sí, tenemos que aprender a gestionarlo y que no nos paralice.  Una forma de conseguir este objetivo nos los cuenta Julio de la Iglesia en su post llamado Resiliencia.

Desventajas de ser  siempre “Bueno”

bueno maylopez

Por el contrario, siempre se espera de nosotros que mostremos el lado mas tierno, amable, sensible y en definitiva, nuestro lado bueno. Pero en realidad, ¿este lado solo tiene ventajas?.

Sinceramente creo, que como todo en esta vida, el lado bueno, tiene, al mismo porcentaje, ventajas y desventajas.

Pero como las ventajas ya las conocemos de sobra, te voy a contar, las partes menos divertidas de ser bueno todo el tiempo:

  • Muchas veces de bueno se pasa a tonto: Sí, es una frase popular que habremos oído en millones de ocasiones y que encierra una gran verdad. Cuando queremos mostrar nuestro lado mas servicial a todo el mundo, a veces, conseguimos que se aprovechen de nosotros y de nuestra disposición y que nos convirtamos en meros objetos para sus intereses.
  • Mostrar siempre tu lado más simpático puede terminar haciéndote daño a ti. En este punto, quizás me dirás ¿ Cómo me va ha hacer daño esto?. Me explico. Nunca he conseguido, por lo menos yo, que todo el mundo me encaje igual. A veces, algunas personas chocan con mi forma de pensar y no podría decirte el por qué, simplemente no encajan en mi estructura de vida. Tengo entonces que fingir y tragarme lo que siento hacia esa situación o persona todo el tiempo, auto castigándome yo?. No me refiero que vayas a ser un borde o a tratarlo mal. Simplemente hay que aprender a alejarse con cordialidad de las personas o situaciones que te hacen sentir mal.
  • Dar todo a los demás sin pensar en uno mismo: Como frase ideal está muy bien, pero si realmente damos todo y no nos queremos y cuidamos a nosotros mismos, terminaremos frustrados y desilusionados con la vida y con nosotros. Por eso, lo más importante es quererse uno mismo y cuidarse a menudo. Eso sí, no me refiero al egocentrismo y a estar todo el día pensando que somos los reyes del Universo.

Desarrolla y potencia tu “autenticidad”

Como hemos visto, todos formamos parte de un Universo más integrado y complejo, imposible de dividir y etiquetar en pocas palabras. ¿Porqué no le sacas partido y potencias tus diferencias?.

Intentar ser igual que el resto es imposible y, además, muy aburrido.  Explorar tu yo personal y único es la mejor forma de mostrar a los demás y a ti mismo, toda la autenticidad que llevas dentro.

Esto suena muy bonito y útopico, pero me preguntarás, ¿Cómo lo hago?.

Una pregunta a la que yo no puedo dar una respuesta definitiva, porque no soy un gurú, pero sí que puedo contarte los pasos que he aprendido YO para conseguir ser simplemente eso, Yo Misma.

Algunos de ellos son estos:

  • Suelo relacionarme con las personas con las que siento que tengo más afinidad. Que me aportan experiencias de valor y positivas. Ya que las malas experiencias, siempre suelen venir sin buscarlas.
  • Tengo muy claros cuales son mis prioridades y mis límites que no voy a romper. Lo que siempre se ha dicho de “saber hasta dónde quieres llegar en cada situación de la vida”.
  • Intento no hacer a los demás lo que no me gustaría que me hiciesen a mí. Y digo intento, porque, a veces, de forma involuntaria puedes molestar a otra persona sin ni siquiera ser consciente de ello.
  • Soy muy fiel a mis ideas y valores. Mi conciencia es mi mejor aliada.
  •  Soy bastante coherente y consecuente con todos mis actos.
  • Hace ya mucho tiempo que no me influyen las opiniones de otras personas en mi físico, forma de vestir o forma de relacionarme. Simplemente soy así y entiendo que no le voy a gustar a todo el mundo.
  • Me encanta tratar y cuidar a mis amigos y personas queridas como me gustaría que me tratasen a mí.
  •  En definitiva procuro ser una persona íntegra y de la que yo misma me sienta orgullosa a diario. Y sobre todo, ser FELIZ en mi día a día.

«Ser uno mismo es la mejor forma de demostrarle a la vida lo que vales».

Conclusión

En estas líneas he intentado plasmar lo que me hacen sentir las etiquetas y lo equivocados que estamos al utilizar nuestro tiempo etiquetando a los demás.

Nuestro camino siempre será más fácil y apasionante de llevar si, en vez de prejuzgar a las personas, dedicamos ese tiempo en intentar conocerlas, sin más. Sin juicios iniciales ni ideas preconcebidas. Si quieres profundizar sobre las etiquetas, no te pierdas este post de Cristina Ballester .

Te dejo como resumen final, un vídeo de Claudio Inacio que plasma de una forma única y diferente lo que significan las etiquetas en el Mundo de la Marca Personal .

Si te ha gustado este post y te apetece comentar algo sobre él, estaré encantada de leerlo en los comentarios.

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Y tú, ¿Cómo eres en realidad?

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